Es obvio que Steve Jobs es una de las personas mas importantes e inspiradoras del siglo XX y seguramente de toda la historia, y es precisamente por esto que me llamo muchísimo la atención una anécdota que contó durante su mítico discurso en la universidad de Stanford en 2005, y que puedes escuchar a partir del minuto 3:18 del siguiente video (aunque si aun no lo has visto entero, cosa rara, ya estas tardando, no te dejara indiferente):
Como has podido escuchar, Jobs comento:
"...de forma descuidada elegí una universidad que era casi tan cara como Stanford, y todos los ahorros de mis padres, de clase trabajadora, los estaba gastando en mi matrícula.
Después de seis meses, no le veía propósito alguno. No tenía idea de qué quería hacer con mi vida, y menos aún de cómo la universidad me iba a ayudar a averiguarlo.
"...Estos fueron bautizados en honor a ciudades por las que sentía afecto, como Chicago y Toronto. Quería que cada uno de ellos fuera tan distinto y hermoso como la caligrafía que se había encontrado una década antes, y al menos dos de ellos, Venice y Los Angeles, parecían escritos a mano. Era el comienzo de algo: un cambio sísmico en nuestra relación cotidiana con las letras y con la tipografía. Una innovación que, en diez años, puso la palabra “fuente” (hasta entonces un tecnicismo de los ámbitos del diseño y la impresión) en boca de todos los usuarios de ordenador..."
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